Header Ads

Cena de fin de año: Cabañuelas de sabor

Llena de regocijo y buenos deseos, la cena de Fin de Año toma un lugar importante en la cocina. Elaborar cada uno de los platillos para esperar el Año Nuevo significa poner empeño, amor y delicadeza en cada preparación.


La cena de Fin de Año debe festejarse con pescado o aves, como el pato que se puede combinar con uvas, peras o castañas. Es mezclar lo tradicional con lo contemporáneo.
También se puede elaborar con carne de cerdo o pavo, ya que simboliza un gran festín por la llegada del Nuevo Año y un nuevo ciclo en la vida.

Una de las crónicas publicadas en el diario El Monitor Republicano, del 4 de enero de 1880, relata: 

El Año Nuevo, es un día en que es de rigor divertirse y comer bien para satisfacer esa agradable preocupación de como se pasa el primer día del año, así se pasarán los demás.

El poeta y escritor mexicano Manuel Gutiérrez Nájera, escribió en una de sus crónicas como lucían las vitrinas de los almacenes en el siglo XIX.

Los aparadores ostentan detrás de los cristales empañados por el frío, todas las obras maestras de la glotonería. El severo jamón, con gravedad de hombre político, se pavonea orgulloso al lado de los eternos salchichones envueltos en su funda plateada, como los ricos egoístas y los tabacos de la Habana. 
El pavo atravesado por un puñal luciente, abre el pico pidiendo misericordia,  
El champaña, llena de condecoraciones y tonos dorados, cautiva los ojos por su lujo aristocrático. El mar envía a las fondas gruesas de ostras. El huachinango, abierto por mitad, muestra su blancura láctea.
 
El pámpano se sonroja detrás de las vitrinas. Los caracoles se juntan al camarón rojizo y junto a estos criollos asoman, altivos la macarela, el maquereau, el calamar y la lamprea, en promiscua mezcla con el jamón endiablado y el jamón en pasta, el turkey y el chicken, el beef touque y el paté de foie gras, las aceitunas y los pickles,

Finaliza Nájera.

No hay comentarios