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Raquel Torres, sazón con sentimiento



 Gran cocinera, antropóloga e investigadora, originaria de Xalapa, Veracruz, Raquel Torres Cerdán lleva a sus comensales día a día, la cocina de su tierra y enaltece los ingredientes de temporada, con el fin de exponer en cada platillo la riqueza cultural y la historia de su localidad.




Actualmente Raquel Torres es una gran promotora de la cocina de Veracruz, una de las actividades que le gusta es impartir cursos sobre cocina indígena, y enseñar la manera de preparar platillos con hongos, flores y otros ingredientes, como la yuca o la hoja santa. Para ella lo más importante es difundir e investigar todo lo que hay en torno a los orígenes culinarios.
“La sazón es un sentimiento que está asociado a los recuerdos, tal vez encierre la historia de la vida de cada quien. Cuando uno cocina lo mejor es recordar los mejores momentos y el cariño de la gente que a uno lo rodea”, así transmite sus andares por la cocina Raquel.
Agrega, que la mejor cocinera logra su mejor platillo cuando lo hace con cariño, con amor y recuerda los mejores momentos de convivencia con la familia, sobre todo los secretos revelados, que se han transmitido entre las mujeres de casa.

Desde los 14 años entro en contacto con la gastronomía, su papá Abel Torres García, era mesero del café “La Parroquia”, en Xalapa. Más tarde fue el dueño y es entonces cuando Raquel conoce al cocinero Ángel Obcejo del restaurante y fue muy sorprendente, ya que este personaje preparaba platillos de todo el mundo.
“Una de esas tardes lluviosas, como son las de Xalapa, platiqué con él y le pregunté por qué sabía tanto, me comentó que siempre había trabajado con otros cocineros en la Ciudad de México. A raíz de eso empecé a descubrir lo que es la cocina y se despertó en mi la curiosidad por conocer más de las comidas”, recuerda la autora del libro “La Cocina de los Hongos”.
Raquel estudio trabajo social, pero sólo ejerció un corto tiempo, ya que no le gustaba mucho estar en la burocracia y más tarde decide estudiar antropología, carrera que la llevó a desarrollar y conocer más sus raíces y adentrarse al mundo gastronómico indígena.
“Xalapa es un pueblo de montaña, muy lluvioso y frío. Esto hace de la sazón un sentimiento más cálido, por lo que me hizo pensar en un negocio que fuera para todos los del pueblo. Abrí el restaurante “La Fonda”. La idea era vender la comida que se ofrecía en la calle cuando era niña, pero en un lugar digno.
“A partir de este momento la preparación de comida empezó a tomar diferentes matices. A los dos años de tener el restaurante, compré una casa antigua, que restauré con la idea de preparar platillos como los que se hacían a principios del siglo pasado. Es entonces cuando hice “La Churrería del Recuerdo”, narra Raquel quien se dio a la tarea de revisar algunos recetarios antiguos.
Para ella no fueron gran sorpresa estos recetarios, ya que prácticamente todos eran de las cocinas francesa, italiana y española, pero no existe nada de comida prehispánica. Fue así como empezó a dar forma a sus investigaciones.
“Empecé por ocuparme de la comida indígena de Veracruz. Descubrí con gran asombro la riqueza cultural que guardaban 11 etnias, y algunas regiones que colindan con otros estados.

“Empecé a escribir libros, uno de los primeros fue “La Cocina Afromestiza”, más tarde “La Cocina de las Flores” y “La Cocina de los Hongos”. El libro “México: A Culinary Quest”, donde se muestran los sabores de mi país, de cada rincón, entre sus páginas está plasmada la esencia y el espíritu de los platillos y tradiciones de México. Mi propósito siempre ha sido dar a conocer la comida tradicional de mis pueblos, que la gente disfrute de los sabores de México y se deleiten con los ingredientes de mi tierra y el colorido de sus mercados”. Su más reciente publicación es La cocina de Xalapa vida cotidiana del siglo XX.



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