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La Bella Italia: Helados con historia

Cualquier época del año es apropiada para disfrutar de un helado en la histórica nevería de la colonia Roma, La Bella Italia.





En 1918, llega de Italia a la ciudad de México la familia Chiandoni. Es justo en la calle de 16 de septiembre, del Centro Histórico, donde ponen el primer establecimiento con las verdaderas recetas del helado italiano artesanal y en 1922 se trasladan a la calle de Orizaba, en la colonia Roma.

Con mesas y sillas de la época de los 50, La Bella Italia sigue siendo un lugar de ambiente familiar, donde constantemente se escucha entre los comensales  platicar a sus hijos o nietos “Aquí venía con mi abuela”. Es un lugar donde se puede disfrutar de un naranjete o un refrescante, sundae o de un bisquit.

Hace casi un siglo, sobre todo en época de calor, la gente de la Ciudad de México tenía el gusto de disfrutar un helado cuadrado de vainilla bañado de chocolate y espolvoreado con nuez picada. Se llamaba bisquit nougat y, junto al bisquit tortoni, era la especialidad de La Bella Italia una de las mejores neverías fundadas en el país.




Era un lugar obligado para visitar en cualquier ocasión, en caso de que haga frío se puede disfrutar de un delicioso café, espumosas malteadas o de un flotante.

También es un lugar para recordar fragmentos del libro Las Batallas en el Desierto de José Emilio Pacheco, ya que en su libro lo nombra como un bello recuerdo de los años 40.

Su carta es muy basta, los sabores más vendidos son mamey, pistache, elote, naranja, avellana y cajeta. Actualmente se puede disfrutar de un helado de nutella, queso fresco, napolitano, rompope, amaretto, menta, cereza, moka y yogur. Entre las nieves sobresalen los sabores de limón, uva, fresa, mango, guanábana, zarzamora, tamarindo, avellana, chabacano, mandarina y maracuyá.

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