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Juan Rulfo, 104 años de su nacimiento

Ánimas de El Llano en llamas y susurros de Pedro Páramo siguen disfrutando de la rica gastronomía de Sayula, Comala y Apulco





Fotografías, letras y guiones, envolvieron la vida de tan afamado escritor, Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno, quien fuera originario de Apulco, Jalisco. 

Este 16 de mayo se conmemoran 104 años de su nacimiento, recordar sus obras literarias es recordar ingredientes, guisos y sabores de Sayula y Comala, escenarios de sus grandes obras.

Cómo olvidar a Juan Rulfo, si aún por las tardes lluviosas o con aire, rondan esos mensajes del más allá, que emanan del tiempo y guardan aromas a pan recién horneado, y un humeante atole blanco de maíz, tal vez de tamarindo o de olorosa guayaba.

Aún abundan esos deliciosos almuerzos en las cocinas de Comala, con unos tamales dulces, recién hechos, y por las tardes un buen plato de pozole o de las tradicionales enchiladas dulces, que son rellenas de un picadillo  aderezadas de pasitas, almendras y una pizca de azúcar.



De aquellos movimientos revolucionarios y cristeros de principios del siglo XX, Rulfo vive una vida llena de carencias, pero aún en el regazo de su madre no deja de disfrutar de el gran amor, que una madre imprime en cada uno de sus guisos, como una calientita y suculenta sopa de fideos.  

En la novela de Pedro Páramo, recuerda a su mamá cuando le dice que “Comala es un pueblo que huele a pan recién horneado y a miel derramada”. No hay una descripción gastronómica exacta, pero Rulfo guardaba en su memoria y paladar algunos sabores de niño, ya que en una de sus cartas a Clara Aparicio, su esposa, le escribe “He llegado a saber, después de muchas vueltas, que tienes los ojos azucarados. Ayer nada menos soñé que te besaba los ojos, arriba de las pestañas, y resultó que la boca me supo a azúcar; ni más ni menos, a esa azúcar que comemos robándonosla de la cocina, a escondidas de la mamá, cuando somos niños”.

Entre el realismo mágico de Juan Rulfo y la magia de la cocina de Apulco hay un platillo muy particular “bote” el cual se prepara con una gran variedad de carnes: cerdo, res, pollo, pescado, etc., se le llama así, ya que su cocimiento es en un bote alcoholero con algunos condimentos. Otro de los platillos representativos es el tatemado preparado con carne de cerdo en vinagre de coco, guisado con chile rojo y entre esta gama de sabores no puede dejar de mencionarse la sabrosa birria de chivo, de cerdo, de pollo o de ternera, acompañada de un buen ponche. 

















2 comentarios:

  1. Estamos por hacer una cena con los sabores que le gustaban a Rulfo, y me metí a su página y me encuentro con mucha información para poder realizar esta posible cena en su honor. Felicitaciones.

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    1. Hola, me llena de satisfacción saber que mi artículo le fue de gran ayuda, le deseo todo éxito, abrazos

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